Ir al contenido principal

Que no jueguen a ser mayores.




Por desgracia para todos el tiempo pasa muy deprisa. De repente ves a tu hija en brazos de otra persona y te das cuenta de lo mucho que ha crecido y lo mayor que está.

Y pese a eso queremos más. Queremos que aprenda a hablar rápido (en nuestro caso porque para atender todas sus demandas me gustaría poder negociar con ella), que ande pronto...y siempre alentándola con frases del tipo "¡que mayor!".

Me paro a pensar en lo que esto significa, en sus connotaciones y me da mucha pena. ¿Para qué quiero que crezca tan rápido, si el tiempo ya vuela sin que nosotros le metamos prisa? Entonces me doy cuenta de que es algo muy enraizado en nuestra sociedad.
Cada año por navidades veo (y me espanto por ello) anunciados juegos de limpieza (auténticos kits profesionales, que ya quisieran a veces en el servicio de limpieza de mi hospital), planchas de ropa, maletines de maquillaje....todo destinado a que los pequeños y pequeñas jueguen a ser mayores. Es cierto que muchos quieren imitar a sus padres, pues somos su modelo en los primeros años de vida, pero siento que en este caso mi labor como madre debería ser hacerle ver, en la medida en que pueda entenderme, que sólo va a ser niña una vez y que puede aprovechar a jugar a cosas creativas, nada productivas ni aplicadas.
Que disfrute de jugar a cosas inventadas, fantasiosas, no realistas... Pues de adulta le resultará complicado hacerlo, por lo menos sin que la juzgue buena parte de la sociedad.

No creo que esté mal que de vez en cuando quiera hacer como que quita el polvo o ponerse los collares de mamá, pero me gustaría que centrara su diversión en vivir la edad que tiene, en disfrutar del aquí y ahora.

Creo que vivimos tan obstinados en el futuro, que no es demasiado pronto para comenzar a enseñar el valor de ser feliz con el presente.


Comentarios

  1. Yo he sido de las que le ha regalado estas Navidades un kit de limpieza y una cocina. La razón es muy sencilla. Tiene mil juguetes adaptados a su edad y no les hace ni caso. Sólo se lo pasa bien con los productos de limpieza o las cosas de la cocina. Y por eso decidí comprar esas cosas. Yo creo que cada peque es distinto y le gustan unas cosas diferentes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es cierto. Hay que adaptarse a las necesidades y gustos de cada niña/o.

      Eliminar
  2. Estoy contigo, es una pena, porque sin darnos cuenta y creyendo que les fortalecemos, les privamos de esa larga inocencia e infancia.
    Reflexionaré sobre ello, sin duda.

    ResponderEliminar
  3. Yo creo que el juego de imitación es bueno para ellos; otro tema es el de los kits de maquillaje que eso ya me parece un poco fuera de lugar...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Bulto no deseado. Mi experiencia con el galactocele.

Mi hija apenas tenía 2 meses cuando comencé a notarme un bulto en el pecho derecho, en el cuadrante superior externo. La verdad que no suelo hacerme exploraciones (aunque se que debería), pero con la lactancia estaba muy concienciada en revisar que no se quedaran zonas duras que pudieran generar las temidas mastitis. Al principio no le di mucha importancia, con tanto cambio como había sufrido mi cuerpo, y con sólo 2 meses de lactancia, leyendo un poco de aquí y de allá, pensé que ofreciendo más ese pecho se solucionaría. Sin embargo pasaron las semanas y el bulto comenzó a crecer, a ratos era doloroso, pero en otras ocasiones no me molestaba. Sin embargo, la peque vaciaba perfectamente el pecho, se quedaba completamente blando, y el bulto seguía ahí. Mi preocupación comenzó a crecer, como el bulto... Acudí al ginécologo (uno muy recomendado ya que había atendido con bultos en el pecho a varias familiares con un diagnóstico muy acertado) que me exploró. No tardó ni 1 minuto

Postales

Caminaba absorta entre la gente, con su bandolera granate y su bufanda de enormes dimensiones enrollada en la garganta. El frío la cortaba la cara y la impedía olvidar que el invierno se acercaba con fuerza. Llegar a su oficina no la suponía un gran esfuerzo, apenas un par de paradas de metro la separaban de su casa. La encantaba aquel lugar repleto de buenos compañeros y donde se respiraba olor a papel nuevo y tinta. Cada mañana sacaba el ordenador de su bolso y lo colocaba con cariño en aquella mesa abarrotada de bocetos, rotuladores y tarjetas de cumpleaños viejas. La encantaba diseñar postales. Adoraba inventarse tipografías, dibujar escenas y redactar frases ocurrentes. Era lo bueno de trabajar en una pequeña empresa dedicada a las felicitaciones. Permitía que una misma persona pudiera explotar toda su creatividad realizando el diseño completo. Y eso lo hacía perfecto. Eso, y que podía trabajar en creaciones de cualquier temática excepto de aquella que ella no podía

La importancia del vínculo.

Vínculo según la Real Academia Española de la Lengua se define como: " unión o atadura de una persona con otra ". Si bien es cierto que la palabra atadura tiene connotaciones negativas, hay que reconocer que el vínculo del que voy a hablar en parte ata y mucho. Cuando nacemos venimos al mundo desnudos, en cuerpo y en afectos. Igual que ponemos a nuestros bebés ropa y los envolvemos en suaves mantas lo más rápido posible, les rodeamos también sin darnos cuenta de emociones y les inundamos con nuestra forma de relacionarnos con ellos. Y es justo lo que necesitan. Sin esa marea de sensaciones afectivas, se sentirían, nos sentiríamos, perdidos, aterrados y angustiados.  Todo ese conjunto de vivencias que nos acompañan desde que nacemos hasta la vida adulta, y que están formadas por cómo se relacionan las personas de las que dependemos con nosotros, forman el vínculo.  Cuando atendemos a nuestro bebé si empieza a llorar, estamos creando un vínculo seguro. Cuando le h